La importancia de las funciones del Yo
Centre Casals, Psicología en Molins de Rei
Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que cada vez estoy más envuelto en un mundo donde prima la inmediatez: hacer, producir y realizar. Diariamente nos olvidamos de nuestro ser, de nuestro yo, de nuestras necesidades, de nuestra interacción con el entorno. Por eso, hoy quiero hablar sobre las funciones del yo o «self» en la terapia Gestalt.
Actualmente, como seres humanos que somos tenemos la necesidad de cubrir deseos, situaciones, acciones y pensamientos. Ante este deseo el cuerpo reacciona de diversas maneras, por un lado, aparece el contacto con el entorno y, por otro, el proceso deliberado de investigación. ¿Pienso igual cuando tengo hambre que cuando voy a comprar? ¿Qué es lo que realmente necesito cubrir? ¿De dónde surge este pensamiento?
En muchas ocasiones, a pesar de hacer una acción teniendo plena conciencia sobre esta, la persona no se siente responsable de haberla hecho. Pongamos un ejemplo, cuando tenemos sed somos conscientes de tener la necesidad de beber agua, pero realmente no somos responsables de este deseo. Esta circunstancia externa a nosotros, proveniente de nuestro interior, se denomina «función ello», cuando esta necesidad se cubre aparece la satisfacción espontáneo
Hay dos funciones más a tener en cuenta, la «función personalidad» y la «función yo». La «función personalidad» va directamente relacionada con la experiencia vivida a lo largo de tu existencia. Se relaciona con tu historia, con tus vivencias y con tu día a día. La «función personalidad» te ayuda a describirte, a mostrar lo que piensas de ti mismo, a tu manera de verte y quererte y a tu forma de ser. Aunque muchas veces hay que valorar la descripción que nos hacemos. Cabe preguntarnos cuánta veracidad hay en nuestro relato. Somos como decimos ser o nuestra manera de vernos viene otorgada de pensamientos y juicios externos. Pongamos un ejemplo de diálogo interno.
Tengo miedo a los caballos pero no se por qué. Mis padres siempre me han dicho que vigile con estos animales. ¿Ellos tuvieron una experiencia traumática o la tuve yo cuando era pequeño? Seguramente es mi falta de confianza, sin embargo, ¿y si he creado un concepto erróneo de mí mismo? Tal vez es la verdad y tengo que superarla. No se de donde surge este miedo.
Finalmente, encontramos la «función yo», nuestra identificación más personal. Aquí aparece el comportamiento motor, la orientación, la agresión y la manipulación. Esta función de una u otra manera está directamente relacionada con las otras dos. Por ejemplo, si en la «función ello» me surge la necesidad de comprar el pan, es a través de la «función yo» donde voy a entrar en contacto con el mundo, elegiré entre las diferentes elecciones en función de mis prioridades y cubriré esta necesidad.
Como conclusión, tomar una conciencia real de las diferentes funciones, en concreto de la «función yo», nos permite movernos con más libertad. Tomando una conciencia plena de nuestros deseos, comportamientos, acciones, contextos, intereses y sobre todo de tus propios pensamientos y de la forma como te ves en comparación a como eres.