La fisioterapia, pasado, presente y futuro

 

El origen de la fisioterapia reside en Grecia por su nombre etimológico. Son algunos filósofos como Hipócrates, Herodio o Aristóteles los que construyen los fundamentos de esta profesión. En los inicios, estas terapias tenían un claro objetivo: incorporar movimientos y fuerzas al músculo como agente terapéutico. Además, desarrollaban métodos gimnásticos para fortalecer las extremidades superiores e inferiores y preparar a las personas para la caza, el deporte o la guerra.

Todas estas terapias fueron, posteriormente, perfeccionadas por la civilización romana, consolidando conceptos básicos de la Masoterapia, la Hidrokinesiterapia, la Poleoterapia y los ejercicios terapéuticos. Asimismo, en el mundo musulmán se aprecian en diferentes textos agentes físicos como masajes, tracciones, ejercicios y manipulaciones para afecciones reumáticas y de columna vertebral.

La fisioterapia es una de les Ciencias de la Salud que lleva en la humanidad desde hace siglos y cada vez se ha ido perfeccionado más. En la actualidad, la OMS la define como “el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad”.

En el presente, la fisioterapia sigue siendo fiel a su origen, se ocupa de la rehabilitación física de las personas ya sea por trastornos neurológicos, traumatológicos, músculo-esqueléticos y reumatológicos, entre otros. Debido a la aparición de la tecnología cada vez se puede dar una mejor respuesta a los cuadros patológicos que requieren de la atención del fisioterapeuta.

En Centre Casals, contamos con más de 16 técnicas terapéuticas, desde técnicas ancestrales como el masaje terapéutico, la terapia manual o la cinesiterapia, hasta técnicas con tecnología como laserterapia, magnetoterapia, physium o radiofrecuencia.

El futuro de la fisioterapia dependerá, básicamente, de los fisioterapeutas, los avances tecnológicos y los diferentes estudios realizados por el mundo de la salud. En algunos países se está trabajando para desarrollar un plan de prevención para la mejora de las personas, es decir, incorporar un fisioterapeuta que tenga la función de prevenir en vez de rehabilitar. Sobre todo, incorporando programas específicos para combatir el sedentarismo, mejorar la ergonomía en las escuelas y detectar génesis de múltiples afecciones en empleados o niños en edades de crecimiento.